viernes, 7 de septiembre de 2012

Km.0


Últimamente podemos encontrar en mercados, pequeños comercios, restaurantes y, cada vez más, en grandes superficies o comedores escolares, un concepto conocido como “Km.0”. Es una iniciativa para promocionar la compra y el consumo de productos agrícolas y ganaderos de proximidad.

La iniciativa está basada en proyectos parecidos que han tenido éxito en países como Reino Unido, Francia o Italia y recoge la tradición de ir al mercado a comprar los productos alimentarios, directamente a los productores.

Esta iniciativa se define bajo tres grandes ejes:

·       Concienciación en la lucha para mejorar el medioambiente y frenar el cambio climático. Esto se consigue evitando emisiones de CO2 por el transporte y menor consumo de envases y embalajes, especialmente los no reutilizables o de materiales no oxo-biodegradables.
·       Apoyo a los productores locales, con lo que se consigue asegurar mayores ingresos y facilitar el acceso al canal comercial de grandes superficies. Con la venta de productos autóctonos de temporada se consigue reducir los costes, evitando el transporte de largas distancias, por lo que se ahorra en almacenaje, envasado y combustible. Siguiendo los ciclos naturales de las estaciones, se consigue también limitar el uso de energía.
·       Los consumidores, que cambian sus preferencias por productos, que además de ser más económicos, son especialmente sensibles a las características de nutrición y seguridad alimentaria y que buscan, cada vez más, conocer el origen de los productos y los métodos de producción. Es una forma de valorar el producto, donde la decisión de compra no está basada únicamente en el precio.

Los productos agrícolas de proximidad son productos sanos, sabrosos y con mayor aporte nutricional, ya que en el momento de su recolección mantienen intactas todas las propiedades organolépticas. También son más económicos gracias a la contención de costes de producción y la ausencia de intermediarios. Además, la “cadena corta”, hace posible la transparencia a la hora de fijar el precio, algo casi imposible cuando en la cadena intervienen muchos intermediarios. De esta manera el agricultor tiene la oportunidad de recuperar una parte del valor añadido de sus productos, contribuyendo de esta manera a la supervivencia del territorio.

Ahora cuando veamos las etiquetas referidas a Km.0 sabremos que los productos:


·       Provienen de productores agrícolas y ganaderos registrados, que cumplen todas las garantías de control de la normativa comunitaria.
·       Garantizan la reducción de emisiones de partículas contaminantes debido al transporte de largas distancias.
·       Reducen la producción de residuos inorgánicos en su envasado y embalaje.
·       Provienen del trato directo con el productor, reduciendo en número de intermediarios.
·       Ayudan a nuestros agricultores y ganaderos, a la difusión de nuevos estilos de consumo responsable.