martes, 12 de abril de 2011

Quien tenga que cerrar, que cierre ya

El panorama económico no puede ser más desolador y las noticias que recibimos cada día, lejos de animar a los generadores de riqueza (y por tanto, de trabajo), no hacen más que potenciar la incertidumbre que tanto daño hace a la hora de emprender nuevos proyectos. Ahora muchos medios de comunicación y políticos se llenan la boca con las fórmulas mágicas para salir de la crisis. Una de las claves está en los emprendedores, palabra algo sosa que de tanto usarla, ha perdido su verdadero significado.

Como me dijo aquel padre, sabio por experiencia, que no aceptaba ningún consejo sobre la educación de sus hijos de alguien que no lo fuera, yo no puedo aceptar consejos sobre la creación de empleo, de alguien que en su vida ha generado un solo puesto de trabajo y que no sabe, por tanto, lo que significa pagar una nómina a final de mes. Así que por favor, no me repitan tanto lo que tengo que hacer y si tienen la fórmula mágica, aplíquenla ustedes.

Es conocido que en España el porcentaje de estudiantes que tienen como objetivo crear su propia empresa no llega al 15%. Este dato es muy bajo en comparación con otros países de Europa y ridículo si se compara con EEUU, que es superior al 75%. Este porcentaje sigue siendo bajo incluso dentro de la Universidad de Ciencias Económicas, que no llega al 45%. Es preocupante que la tendencia de este porcentaje sea a la baja, pero hay un dato que no se comenta y me parece aún más grave: el número de emprendedores que les gustaría dejar de serlo y liquidar su empresa.

En este sentido, el editor de la revista Interempresas Albert Esteves, escribe un artículo en la sección El punto de la i, que resumo a continuación:

Si su empresa va mal y es usted de esos empresarios que cree

·       Que la culpa la tiene el Gobierno, la Administración autonómica o el Ayuntamiento, a quienes ve como un atajo de corruptos e incompetentes que han hundido la economía.
·       Que la culpa es de los bancos, que por su mala gestión no tienen líquido y sólo piensan en las grandes empresas y no en la pymes.
·       Que la culpa es de los trabajadores, que sólo piensan en trabajar menos y cobrar más, que tiene que estar siempre vigilando para que no se escaqueen. Si ha perdido la confianza en los ejecutivos, que están apalancados y ganan más de lo que merecen, o en los comerciales, que si no venden es porque no están en la calle.
·       Que la crisis le ha desbordado por completo, su deuda es descomunal y sus proveedores ya no quieres servirle si no paga al contado.
·       Que su índice de morosidad es bochornoso, sus mejores clientes han cerrado y los que le quedan pagan tarde y mal y, además, su situación financiera amenaza su patrimonio personal.
·       Que ha ganado mucho dinero en los últimos años, pero su producto ha empezado a quedar obsoleto o demasiado costoso y se ve incapaz de competir con esos productos más modernos o más baratos o más chinos.
·       Que cuando usted falte la empresa se hundirá porque no tiene hijos, sus hijos no se han interesado por el negocio o han demostrado que no sirven para dirigirlo.
·       Que ha perdido el ánimo y la ilusión para seguir luchando haciendo crecer la empresa, le queda una buena pensión y ha acumulado cierto patrimonio para vivir holgadamente lo que le queda de vida.

Si su empresa va mal y se ve reflejado en alguno de estos puntos, déjelo, busque un abogado experto o una consultoría especializada en concursos de acreedores y cierre ya. Con la experiencia acumulada, si le quedan ánimos, vuelva a empezar de cero, cuanto antes.

No da muchos ánimos el señor y entiendo cierto ánimo de provocación, pero es una muestra muy gráfica de lo que están sufriendo un gran número de pequeñas y medianas empresas, generadoras del 85% del empleo del país. Puedes leer el artículo entero y comentarios de todo tipo, en: Quien tenga que cerrar, que cierre ya.



Ahora bien, si crees que siempre habrá un Gobierno, una Administración o un Ayuntamiento, que los políticos tienen cargos temporales, que el sistema es corrupto por definición y que no hay corrupto sin corruptor, que los bancos te abren el paraguas cuando brilla el sol y te lo quitan cuando llueve, que las pymes son más ágiles que las grandes empresas y se adaptan más rápido a los cambios, que tus colaboradores forman una gran equipo y es lo mejor que tienes, que no dejas que la crisis te deprima y no arriesgaste apostando todo tu patrimonio al rojo, que te creíste el cuento de la hormiga y creaste un fondo de reserva, que todas las empresas innovan desde que nacen y la competencia es algo natural que te permite evolucionar, que tus hijos están mejor formados y tienen más ilusión que tú, que no piensas en la jubilación porque crees que la vida es como ir en bicicleta y si te paras te caes, si realmente piensas así, tú eres el verdadero emprendedor y te animo a seguir luchando, porque en tus manos está el futuro.


1 comentario:

  1. Muy bien, veo que estamos muy bien de ánimos ... ¡enhorabuena!

    Pedalear significa hacer lo que toca hacer en cada momento ... y seguir pedaleando. Por lo tanto, yo me preguntaría: ¿qué es lo que toca hacer ahora?. Y me respondería: ¡pues hazlo! ... y lo haría ... sencillo, ¿no?

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