lunes, 9 de mayo de 2011

La crisis la provocó mi vecino

Una de las características de nuestra cultura latina, es la de estar más pendiente de lo que le pasa a nuestro vecino que de lo que pasa en nuestra propia casa. Es algo que puede parecer un simple gesto de voyeurismo social o incluso formar parte de nuestra fastidiosa envidia, pero si lo analizamos un poco más, veremos que esta conducta es la que realmente nos ha llevado a la crisis económica actual.

Primero deberíamos reflexionar sobre porque es más importante el coche que tengo aparcado en la puerta que lo que soy como persona. No tengo nada en contra de los coches, a mi me gustan mucho, sobre todo el mío, pero pongo el coche como icono de estatus social. Así que si mi vecino se ha comprado un coche con 16 válvulas, yo me voy a comprar uno con 24 y si mi vecino se ha comprado un coche con techo solar, yo me lo voy a comprar descapotable y si me vecino se ha tenido que endeudar hasta las cejas para pagar su nuevo coche, yo no voy a ser menos y me voy a endeudar hasta las orejas.

Ahora como ya no tengo suficiente con tener mejor coche que mi vecino, lo que voy a hacer es comparar mi casa con la suya. Resulta que el tiene una plaza de parking, así que me voy a comprar una plaza de parking y un trastero para guardar el fantástico porta esquíes que me regalaron al comprar mi descapotable con techo de lona... Además, me he fijado que ha acristalado media terraza para no pasar frío en invierno. Yo voy a hacer lo mismo y a ver quien se atreve a quejarse. También voy a comprarme una televisión de plasma de 45’’, porque el otro día estuve es su casa viendo el fútbol y se veía muy bien en su moderno televisor de 42’’… y no sigo porque creo que ya se entiende la idea.

El caso es que ahora con la crisis, mis ingresos han disminuido y me cuesta mucho pagar a final de mes todo lo que me pide el banco. Ahora estoy un poco enfadado con el banco, porque me exige que le devuelva el dinero y, además, a un interés más alto por no se que cláusula de no se que del EURIBOR. También estoy un poco enfadado con ese tal señor Mercado, que se ha dedicado a especular con no se que y me ha provocado una crisis.

Bueno, pues ahora que ya hemos visto lo que me ha pasado a nivel personal, vamos a ver que ha pasado en mi municipio. Porque resulta que en mi pueblo han puesto una piscina y todos mis vecinos están muy contentos. Yo les he preguntado si no se dan cuenta de que eso es un lujo y me ha contestado que no hay ningún municipio de 10.000 habitantes que no tenga piscina. Claro, lo de siempre. Como el pueblo de al lado tiene piscina, nosotros también queremos piscina. Y si el pueblo de al lado tiene piscina cubierta, nosotros queremos piscina cubierta. Y si el pueblo de al lado se ha endeudado hasta las cejas, pues nosotros nos hemos endeudado hasta las orejas y todo por culpa del señor Mercado.

¿Y que ha pasado en mi comunidad autónoma? Pues como unos pidieron las transferencias en educación y sanidad, los otros no iban a ser menos, y así fuimos mirando lo que tenía la comunidad de al lado para pedir lo mismo, porque yo no voy a ser menos y si unos tiene AVE y un aeropuerto nuevo, para el desarrollo económico de mi comunidad también es imprescindible tener un tren de alta velocidad y un aeropuerto nuevo, así que la comunidad de al lado se ha endeudado hasta las cejas y la mía se ha endeudado hasta las orejas y otra vez por culpa del maldito señor Mercado, que además ahora viene y se presenta con su mujer, la señora Recorte.

(En el programa Polónia de TV3, se puede ver un gag que representa muy gráficamente lo cómico y absurdo de algunas reivindicaciones: http://www.tv3.cat/videos/3377090)

Esto es sólo una muestra de lo que pasa cuando uno está más distraído con lo que le pasa a su vecino, que con lo que pasa dentro de su casa y esto es aplicable a nuestro entorno, tanto si somos estudiantes como en nuestro puesto de trabajo. Fíjate un poco y verás… La pregunta es muy simple: ¿algo de lo que te has comprado, ha hecho que hoy seas un poco más feliz que hace un mes? Ahora que te llega el agua al cuello, has tenido que desprenderte de lo imprescindible, pero antes de enfadarte con el señor Mercado, pregúntate si ese señor no eres tú. ¿Habremos aprendido la lección? Esperemos que la señora Recorte, sea más piadosa…




1 comentario:

  1. Si quieres información extensa sobre el despilfarro de las administraciones públicas, visita este enlace: http://dfc-economiahistoria.blogspot.com/2011/08/aves-aeropuertos-autopistas-y-tranvias.html

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